Hubo una vez un mono periodista;
para inventar noticias, un artista.
¿Lo picaba, digamos, una hormiga?
Él escribía: "Solapada enemiga
envenena inocente ciudadano:
ocúltase en jardines suburbanos".
¿El rojo sol brillaba sobre el río?
Ya se encargaba él de hacer un lío:
“¡Sensacional incendio en el Riachuelo!
¡Rojas llamas están llegando al cielo!”
Y la gente llamaba a los bomberos,
Y los bomberos, a los enfermeros;
Corridas, sustos, gatos desmayados…
Todo por este mono exagerado.
Hasta que al paso le salió un león…
¡Ése sí que iba a ser un notición!
“Fiera suelta. Terror. Esto es muy serio:
¡podría devorar un barrio y medio!”
Pensó en voz alta el mono periodista,
Y el león dijo: - ¿Es posible que exista
Ser que diga desatinos mayúsculos
sólo porque salí a estirar los músculos?
-¡Respete al periodismo! –chilló el mono.
El león contestó, lleno de encono:
- Jamás me comería un periodista!
Se lo comió por sensacionalista).
Beatríz Ferro
No hay comentarios:
Publicar un comentario